El Baloncesto Fuenlabrada perdió en su visita a Manresa, donde un rival directo en la lucha por salvar la categoría consiguió hacerse con el choque en unos minutos finales de infarto, en los que el Fuenla consiguió remontar la desventaja que le lastró durante casi todo el partido para empatar el choque, pero en el que los de Ponsarnau respondieron con un 7-0 que echó al traste las expectativas de remontada de nuestro equipo.
Sergiy Gladyr volvió a tener mala suerte, y cuando estaba dentro del partido, anotando varios puntos seguidos para liderar al Fuenla en ataque cometió su quinta falta personal y tuvo que irse al banquillo. En la pasada jornada fue una lesión la que lo mandó al banqco en estos minutos mágicos. Esperemos que contra el Cajasol también consiga elevar su juego a este nivel y que ninguna circunstancia le rompa el ritmo.