
Burstein jugó 30 partidos con el Baloncesto Fuenlabrada durante la temporada 2009-2010. A pesar de sucalidad, el Fuenlabrada pudo hacerse con sus servicios porque arriesgó, ya que Burstein acababa de salir de una lesión de rodilla que hacía dudosa su recuperación.
Tras un inicio algo dubitativo, pronto asumió los mandos del juego fuenlabreño y se convirtió en uno de los referentes de la plantilla, promediando al final de la campaña 9,3 puntos por partido.