
Es una derrota dolorosa, puesto que le resta opciones de pasar a Cuartos de Final y sobre todo, porque el equipo italiano dejó al descubierto sus carencias.
Con un estilo de juego sólido, sin urgencias ofensivas y buscando siempre el cinco contra cinco, los de Pianigiani negaron al partido la velocidad que hace buenos a los bases blancos.
Además, la lesión de Mirotic -que forzó su tobillo pero pronto vio que no era buena idea- y la ausencia de Velickovic dejó a los de Laso sin la amenaza de un 4 capaz de tirar.
Ante estas circunstancias, el Madrid sufrió psicológicamente y empezaron a fallar en situaciones claras, incluso su porcentaje de tiros libres (19/27) fue demasiado bajo.
El Madrid afronta un mes clave, con la lucha en el Top-16 y el título de la Copa del Rey en juego. No pueden permitirse una nueva derrota, pero el Fuenla está en un gran estado de forma y con la moral por las nubes.
El domingo se vivirá un bonito duelo.
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